La forma del contact improvisación ha sido fundamental en la creación de nuestro grupo. De hecho muchos de nosotros no nos hubiésemos conocido si no fuese por la red internacional de C.I. Más allá de esto, una de nuestras exploraciones principales es cómo el contact y el movimiento pueden ser usados como una herramienta para construir comunidad.

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¿Qué significa crear comunidad a través del C.I.? Hay muchas investigaciones relevantes sobre el C.I. que pueden aplicarse a la vida en comunidad, por ejemplo:

 

• ¿Cómo podemos entrar en contacto con otra persona sin perder nuestro centro y nuestro equilibrio?

• ¿Qué significa compartir el peso con alguien? ¿Cómo podemos confiar?

• ¿Puedes permitir que surja del momento una danza, sabiendo que cada danza es única y permitiendo que lo sea, sin ninguna expectativa?

• Dentro del espacio de una jam ¿Cómo puede tu danza contribuir y mantener conciencia de la danza de todo el grupo?

• ¿Cuáles son las responsabilidades y los acuerdos en la danza? ¿Cómo apoyan la estructura y las reglas al juego, la alegría y lo que emerge?

• ¿Qué podemos aprender de los eficientes sistemas corporales y del encuentro de los cuerpos para entender el eco-sistema en el que vivimos?

• ¿Qué estamos escuchando? ¿De dónde proviene la danza? ¿Existe una presencia más allá de los sentidos que nos mueven?

• ¿Qué podemos aprender de los principios presentes en los hermosos intercambios que suceden en el espacio de baile para ayudarnos a encontrar otras formas de relacionarnos y para intervenir en las estructuras sociales, económicas y políticas en las que vivimos dentro y fuera de las paredes del monasterio?

 

Otra reflexión que consideramos interesante es cuáles son las características específicas de una comunidad de contact. Desde el principio ha estado muy claro que la danza nos ayuda a navegar entre las muchas diferencias que hay en el grupo en cuanto a edades, nacionalidades, bagages, intenciones, motivaciones e incluso visiones del mundo. Movimiento y en especial el C.I. han puesto de relevancia lo que nos une como seres humanos más allá del lenguaje hablado. En la danza se puede descubrir un territorio común y se puede jugar con las diferencias. Se crean conexiones en el plano de la intimidad que son difíciles de alcanzar sólo con el habla; se puede ver al ser profundo y mirar más allá de las diferencias del ego. Apoyado por otras herramientas y procesos comunitarios, el C.I. nos permite encontrar nuevas maneras de relacionarnos entre nosotros.